El origen exacto del péndulo hebreo es incierto. Su utilización hoy en día se da en el campo de la Radiestesia. Sin embargo, físicamente el Péndulo Hebreo es un péndulo completamente diferente a los que estamos acostumbrados a ver ya que no está hecho de ningún cristal o mineral sino por el contrario, está hecho de madera de haya. Es de forma cilíndrica y tiene una parte lisa y la otra ranurada y según la posición en la que se maneje, sirve para detectar alteraciones del campo electromagnético o para irradiar energía.
A diferencia de otros péndulos, éste se apoya en el alfabeto hebreo y en sus ideogramas, impregnándolo de una energía especialmente potente y de alta vibración, que bien dirigida consigue resultados realmente sorprendentes.
Se le relaciona con el conocimiento ancestral precisamente por usar el alfabeto hebreo como base.
El péndulo hebreo es una herramienta fantástica para trabajar con los 7 chakras o vórtices del cuerpo humano (utilizados en varias de las medicinas tradicionales como la hindú o la chiná) y con las 7 capas del campo electromagnético, apoyándose en protocolos para detectar las alteraciones, ubicarlas y luego “alinearlas”.
Y no solamente puede detectar alteraciones energéticas en organismos vivos sino también en espacios lo que lo convierte en un recurso muy eficaz para minimizar o erradicar desórdenes de energía que puedan afectar a las personas y a los espacios que habitan.